martes, 18 de julio de 2017

No sé realmente cuántas vacas son acariciadas por un granjero antes de ver cómo se llevan a su bebé, ni a cuántas gallinas proporcionan un rato de verdadera libertad antes de ser degolladas por una cuchilla automatizada, o si hay cerditos a quienes les cuentan un chiste alegremente antes de ser castrados a los pocos días de nacer.
Solo sé que las únicas vacas felices son las que son libres. Que las gallinas aspiran a la libertad igual que tú y yo. Y que criar, inseminar, cebar, esclavizar, degollar, desollar, descuartizar y cosificar a un ser vivo es un crimen contra la vida.
Es un crimen contra la vida de todos.
(Joseph de la Paz, maestro, escritor y músico)


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