La toma de conciencia de las situaciones de opresión a las que conoces más y mejor cuando eres activista es, absolutamente incompatible con la ausencia total de tristeza en tus días. Incluso estando en una situación personal de estabilidad y felicidad ¿cómo se afrontan los dolores del mundo? ¿cómo soportar lo insoportable? Por eso, al final, vuelves a levantarte, a luchar para que algo cambie. Te tragas el nudo, dejas que salga la rabia y la haces fuerza, vuelves a dejarte la voz y a levantar el puño. Siempre.
Beatriz García Serrano
Activista Vegana
Madrid
Activista Vegana
Madrid
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